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Un total de 66,6 millones de brasileños se endeudaron en mayo, el número más alto desde que comenzó la encuesta en 2016, según un estudio publicado por Serasa Experian. Sumando todas las deudas, el valor total es de 278,3 mil millones de reales, cada deuda ronda los 4.179,50 reales. La deuda aumentó en 4 millones respecto a mayo de 2021.
Con la alta inflación y el aumento de los precios de productos y servicios, los brasileños buscan diferentes alternativas para pagar sus cuentas; una de ellas es utilizar una tarjeta de crédito, por ejemplo. Los sectores de tarjeta de crédito y la banca soporta la mayor parte de la deuda: 28,21 TP3B del total, según datos de la encuesta de Serasa.
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“De hecho, las tarjetas de crédito se están convirtiendo en una forma conveniente de pagar gastos, pero hay que tener cuidado al utilizar este recurso o podría acabar convirtiéndose en una bola de nieve y endeudándose”. explica el educador financiero Tiago Cespe, creador de Cespe Educación Financiera.
1. Establezca límites personales
Establecer límites para controlar el gasto es esencial. Tome sus ingresos y determine la cantidad máxima que puede pagar cada mes: esta será la cantidad máxima que su cuenta tendrá que pagar cada mes.
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El límite recomendado es 50% de su beneficio neto. Los bancos normalmente liberan cualquier cantidad, pero puedes ajustarla como desees. Para Cespe, “establecer límites en las tarjetas para no perjudicar tus finanzas es una buena estrategia. También conviene recordar que el proceso es completamente reversible: en caso de emergencia o contratiempo, es posible volver al límite original”.
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2. Preste atención a la fecha de vencimiento de su factura
Con tantas facturas de productos y servicios que pagar cada mes, es común olvidarse de pagar algunas en el proceso. Sin embargo, dadas las altísimas tasas de interés que empiezan a cobrarse debido a este retraso, nada se compara con el enorme problema de olvidarse de pagar la factura de la tarjeta de crédito.
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3. Registrar y hacer un seguimiento de los gastos
¡Para asegurarte de que todo esté bajo control, debes guardar todo por escrito! En particular, sus costes y plazos, dos cosas que requieren su atención y seguimiento. Escríbalo en un cuaderno, una hoja de cálculo o su aplicación financiera favorita. Explique qué compró, cuándo y dónde lo compró, si lo pagó en efectivo o en cuotas, con o sin intereses, qué condiciones existen, cuánto dinero puede seguir utilizando en la tarjeta, etc.
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4. Crea una cuenta de ahorros
Iniciar un fondo de emergencia es importante para eventos inesperados en la vida. Deberías ahorrar lo suficiente para poder mantenerte durante un período de 6 meses a 1 año. Como resultado, ya tienes una “bandera” en su lugar en caso de que tu tarjeta de crédito pague intereses renovables o no tenga límite en caso de una emergencia.
5. Evita compras innecesarias y apresuradas
Las tarjetas de crédito dan la falsa impresión de que tenemos más dinero y podemos gastar más. Pero sabemos que no es así: ¡los límites no significan dinero en la cuenta!
A veces puede resultar difícil controlar el impulso, especialmente cuando te encuentras con “ofertas imperdibles” y promociones de bajo costo. Sin embargo, antes de empezar a gastar dinero, es importante considerar si realmente necesitas estos productos o servicios o si simplemente estás buscando uno sofisticado. Investiga, compara precios y, si no te convence, pospone la compra hasta que tomes una decisión más informada.
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Según Cespe, “la planificación financiera es una herramienta poderosa para mantener la situación bajo control. Mucha deuda se acumula con esta pérdida de control, donde muchas personas solo verán lo que gastaron cuando reciban la factura, por eso es importante recordar que una tarjeta de crédito no es un añadido a su factura”.
6. No abuses de las cuotas
No todas las compras requieren cuotas. Siempre que sea posible, pague por adelantado.
Lo mejor es actuar con moderación, ya que los pagos en cuotas pueden distorsionar la idea de cuánto dinero se gastó en el producto. Recuerda, incluso en cuotas, cada compra cuenta. Al final de cada mes, las cuotas se acumulan con otras deudas, lo que puede dificultar el pago de las facturas en los meses difíciles. Por lo tanto, verifique siempre si es necesario realizar pagos a plazos y evite comprometerse con varias cuotas.
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